Wednesday, January 24, 2007

Hoy es miércoles 24 de enero del 2007. Es un día muy caluroso, húmedo, por ahora no muy soleado. Nos despertamos de mal humor.
Al fin nos vamos a vivir juntos. Espero que esta noche me vayas a buscar al trabajo con las llaves. Me dan ganas de llorar, pero no lloro.
Te amo.

Wednesday, January 10, 2007

from Manuel Obligado
to Gabriel Caldirola
date
Jan 10, 2007 5:09 PM
subject
Mi Pushkin
mailed-by
gmail.com

Comienza como un capítulo del libro favorito de todas nuestras abuelas -Jane Eyre- "El secreto del cuarto rojo".
En el cuarto rojo había un armario secreto.
Pero anterior al armario secreto estaba el cuadro en el dormitorio de mi madre - "El duelo".
Nieve, ramas negras de los árboles jóvenes, dos personas de negro conducen a un tercero, sosteniéndolo debajo de los brazos, hacia el trineo, y uno más, el otro, se aleja de espaldas. El conducido -es Pushkin, el que se retira- es Dantés. Dantés retó a Pushkin a duelo, quiere decir que lo atrajo a la nieve y allí, entre los negros árboles desprovistos de hojas, lo mató.
Lo primero que supe de Pushkin fue que lo habían matado. Luego supe que Pushkin era un poeta, y que Dantés era un francés. Dantés odió a Pushkin porque no sabía escribir poemas, y lo retó a duelo, quiere decir, lo atrajo a la nieve y allí lo mató con un tiro en el estómago. Así yo, a los tres años, supe con certeza que el poeta tiene un estómago, y recuerdo -de todos los poetas que he encontrado alguna vez- de ese estómago del poeta que tan a menudo pasa hambre, y a través del cual a Pushkin lo mataron, me preocupé no menos que de su alma. Desde el duelo de Pushkin creció en mí la hermana. Voy a decir más, -la palabra "estómago" tiene para mí algo sagrado-, hasta por las simples palabras "me duele el estómago" me inunda una ola estremecida de compasión que excluye todo tipo de humor. A todos nosotros nos hirieron en el estómago con este disparo.
- No por dios, imaginate!- me decían mi abuelo, él, herido de muerte, en la nieve, ¡pero sin renunciar al tiro! Apuntó, dio en el blanco y hasta se dijo a sí mismo ¡BRAVO! - con el tono entusiasmado que mi abuelo, cristiano, tendría, naturalmente, que decir: -¡Mortalmente herido, ensangrentado, pero perdonó a su enemigo! Arrojó la pistola, estiró el brazo, -y con eso devolviendo, junto con nosotros, a Pushkin su áfrica natal de venganza y de pasión, y sin ni siquiera sospechar qué clase de lección -si no era de la venganza por lo menos de la pasión- para toda la vida que me estaba dando, a la de cuatro años, a mí, casi analfabeto.
Negro con blanco, sin ninguna mancha de color, el cuadro en el dormitorio de mi vieja, negra con blanco la ventana: nieve y ramas de los árboles, un cuadro negro y blanco -"El duelo", donde sobre la blancura de la nieva se comete una acción negra: la eterna acción negra del asesinato del poeta -por la gentuza.
Pushkin fue mi primer poeta, y a mi primer poeta - lo mataron.
Desde aquel momento en que, ante mis ojos, a Pushkin en el cuadro de Naumov - lo mataron, diariamente, a cada hora, ininterrumpidamente lo mataban toda mi niñez, infancia, adolescencia -yo dividí el mundo en poeta- y los demás, y elegí al poeta, tomar al poeta bajo mi custodia: defender al poeta - de todos, sean cuales sean sus ropas o sus nombres.

Y hablando por mí: a mí van a tener que matarme, porque jamás (te lo prometo) voy a morir de muerte natural, prefiero vivir eternamente.

¿Cómo no ver a la lluvia como un buen mensaje? Mientras vos dormís y yo leo el libro que me regalaste pienso en las dos entrevistas de trabajo que tengo durante el día. Ayer confirmamos que nos vamos a vivir juntos a un departamento precioso y me estoy imaginando cómo se va a ver y escuchar la lluvia desde nuestros patios, nuestra cocina, nuestra cama. Al mismo tiempo, me acuerdo de cómo me gusta ver la lluvia desde mi ventana en un octavo piso. Durante dos años miré la lluvia desde esa ventana, escribí desde esa ventana, conocí gente desde esa ventana, comí desde esa ventana, me enamoré desde esa ventana. Claro que tengo miedo, pero estoy feliz.



(¿Julio? ¿Agosto? del 2006:)
quiero tenerte todo, absorberte todo, saberte todo, en todos los sentidos. y lo que es más, disfrutando saber q nunca voy a descubrirte por completo. te odio y te amo por eso. a todos los que sos, a todos los que dicen y desdicen, los que crean, los que destruyen, los que contemplan, los que se creen diminutos, los que se suben a la copa del mundo y escupen hacia abajo. me acabas de llamar. taradito. yo muriendome por romperte en mil pedazos y tragarte y vomitarte y rearmar con lo que queda hermosísimos puentes hasta vos, y vos, borracho y feliz me guardas en el bolsillo: "hoy es noche de machitos". te amo tanto pendejo. no entendes nada nada.
(...)
este momento es así: no fui a lo de marina, me costó el doble más q de costumbre ir a la facu hoy. no puedo estar con extraños, sólo podría estar con gente q me conoce, y con uno a la vez. necesito descansar de todo. no quiero pensar ni replantearme nada. no quiero demostrar nada. estoy bastante agotada. solo podría estar con vos en silencio, en la ventana de tu cuarto mirando llover. y desaparecer. y aparecer. intermitentemente. (ojalá mañana llueva. sería perfecto.) y cuando desaparezca allá, reaparecer acá, perdida en los ojos del diblenny, sobre la manta verde, en mi cuarto.

ojalá mañana en todo el día sólo tenga q pronunciar 4 o 5 palabras, no más.

Monday, January 08, 2007

Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te fuiste.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.

Usted rescata la figura de Rodolfo Walsh como autor comprometido y juega diciendo que es mejor que Borges, pero nunca dio un argumento concreto.

Creo que es más productivo. Su literatura es más productiva. Borges tiene imitadores, pero se encierra en sí mismo. Walsh plantea un entrecierre, por eso es mucho más seductor. Si decimos que Borges tiene imitadores melancólicos, en el caso de Walsh hay continuadores posibles. Porque los imitadores de Borges, dada la canonización oficial, lo convirtieron en un tótem, lo cerraron. Con Walsh eso no sucedió porque sus componentes tienen algo provocativo y movilizador. La figura y la obra de Borges, al contrario, inmoviliza. Insisto, es un tótem. Lo convirtieron en eso, y en una empresa también, dedicada a corroborar esta canonización. Incluso, no podemos dejar de lado el final de uno y de otro. Me animo a plantear que la elección de Borges de ser enterrado en Ginebra, la distancia, la lejanía, facilita la canonización. Sin embargo, con Walsh esto es imposible. Su cuerpo nunca apareció. No hay forma de hacer una momificación.

tocar fondo

Saturday, January 06, 2007

llegaron los reyes! los reyes son los mejores
los mejores los mejores los mejores el pasto
dos calzoncillos divinos, uno tiene ositos!
y cositas para el pelo y la piel de ella

Friday, January 05, 2007

La chica bajó los escalones con la robe monogramada
en el pecho: L.M. sobre el estómago. Vamos a empezar otra
Correspondencia, propone. ¿Ya amaste verdaderamente
a alguien? Los límites de la novela realista. Los
caminos del conocer. La imitación de la rosa. Las
apariencias desengañan. Estoy desengañado. No te
reconozco, a vos, que sos tan calma, en esta historia.
Llamá mañana otra vez sin falta. No puedo interrumpir
el trabajo ahora. Hay gente hablando por todos lados.
Palabra que no se mete más en el barril de pólvora
plantado sobre la torre de marfil.

¿Ya cojiste verdaderamente a alguien?

Necesito volver y mirar de nuevo aquellos dos cuartos vacíos.

Intratable.
Ya no quiero poner poemas en papel
ni dar a conocer mi ternura.
Me hago el duro,
muy borracho y duro,
no pregunto qué hacer.
Es inútil.
Dicho esto
el mejor libro cae al piso.
Tu mano se desliza
distraídamente
sobre mi mano.

No me toques
en este recuerdo.
Nostalgia en pedazos.
Las cartas
no mienten
jamás.

Nunca más te dije una palabra.
Tarde en la noche pongo la casa en su lugar.
Guardo todos los papeles que sobraron.
Confirmo la solidez de los candados.
Elizabeth confirmaba, "perder
es más fácil de lo que se piensa".
Rasgo todos los papeles que sobraron.
"Sus ojos pecan, pero su cuerpo
no", decía el traductor, preciso, simultáneo,
y sus manos temblaban.

El epicedio es una poesía donde el poeta relata la vida de una persona muerta.

My dear,
Llueve a cántaros. Desde acá adentro pienso sin parar en los cuatro gatos locos. Manos y pies fríos bajo control. Noticias imprecisas, te aviso. ¿Y a propósito? ¿Miedo de dar señales? Escuchá bien a R: casi te llamé, pero me miré a mí mismo etc. Ya saqué las letras que me pediste.
El día fue fangoso. Celia dijo: lo que importa es la carrera, no la vida. Contradicción difícil. La vida parece fangosa y la carrera es un narciso en flor. Lo que escribí en noviembre es verdad pero viene junto con drama de desocupado. Ahora estoy ocupadísimo, según el humor, naturaleza chic, disposición ambigua (signo de aries).
Después que corté el teléfono me arrepentí de haber llamado, porque la emoción se enfrió con la voz real. Mientras marcaba el número el corazón me quemaba. Y cuando hablamos fue tan así, vos viendo televisión y yo cerca de las bananas, tan sin estilo (como las cartas). ¿No te parece que la distancia y la correspondencia alimentan un aura (un reflejo verde en la laguna en el medio del bosque)?
Pienso poco en Thomas. Pasó el frío de los primeros días. Después, hartazgo: de él, de nuestras pijas, de su política, de sus canciones. Pero no me ocupé del asunto. Me tomé vacaciones. Tengo miedo de que el balanceo se acabe. El Thomas de hoy es mucho más viejo que yo, ya no da pelota, estudia música, milita y amor en su Martina de tetas largas y dientes perfectos, tanta perfección.
Atraído cada vez más por mi novia. Me calienta con tantas ganas que me da un dolor terrible.
Esteban afirma que son de Shakespeare los versos "cojer es humano, chupar es divino" y desvía la mirada hacia el centro de la mesa, después de diagnosticar silenciosamente mi paranoia.
Hoy discutí con María. Según ella Altmann es tan cruel con la clase media y eso es imperdonable. Me sentí acusado y balbuceé una linda pelea. Cuando llegué a mi departamento sentí un nudo imperdonable en el estómago. María siempre tiene razón.
Esteban dice que ella no se abre conmigo porque sabe que mi paranoia es mayor que mi amor. Por teléfono me cuenta de la carrera y blablablá. Por Esteban sé, igual, de los desastres de su embarazo. Conmigo ella no habla de eso.
Ayer hicimos un programa, los tres. En esas ocasiones el celo se agudiza, revolotea y hace chistes que ni yo mismo puedo preveer. Nadie lo sabe, pero él tiene ligerezas de pequeño feto. Es maternal, pone pañales, mientras el trío critica sus caprichos. ¡Resulta un encanto, micrófono de los celos! Hay siempre una sombra en mi sonrisa, dice. El melancólico soy yo, insisto, aunque vos desapruebes siempre, siempre. Aprovecho para pedir otra opinión.
Esteban dice que soy un león marino y yo exijo secreto absoluto (se está convenciendo): pequeñas historias rumiadas entre cervezas, en la vereda, son consuelo. ¿Quién lo puede saber? Yo sí sé hacer vereda todo el día y bien.
No fui totalmente sincero.
Recibí otra postal de Londres. Ahora decía apenas "What are women for?". Sin fecha.
No lo podría decir, no. ¿Vos podés?
Y la somatización, ¿Mejoró?
Insisto en el resumen que vos abandonaste a la buena de Dios. 1. bondad que humilla; 2. necesidad versus placer; 3. hijito; 4. prioridades; 5. what are women for.
Vas a tener un hijito, me escuchaste?
Eso es lo que me gusta. Escribir es la parte que aburre, quedo con dolor de espalda y remordimiento de vampiro. Voy a hacer un curso secreto de artes gráficas. Inventar el libro antes del texto. Inventar el texto para que quepa en el libro. El libro es anterior. El placer en anterior, tarado.
En cuanto a la historia de las madres, saludándose unas a otras con sábanas blancas, mientras la hija al final no presta tanta atención, solamente puedo decir que lloré un poco por si todo llegara a ser verdad. Creo que F. no se da cuenta, pero como siempre, miente mucho. ¡Miente muchísimo! Soy el único que lo sabe. Le vende el alma al diablo negociando la inteligencia alerta por la juventud eterna. Quién diría. En el pacto es pura Rita Hayworth, con N en la escenografía, enmarcando espejos. Juegan a la casita en las horas libres. En la fiesta que hicieron, Esteban discursaba alto que irse a vivir juntos es la solución, maestro de la salud. Ironías del destino. Le siguió, claro, resaca boluda y celos rápidos de Rita.
Mi cuello está mejor, gracias.
No estoy consiguiendo explicar mi ternura, mi ternura, ¿entendés?
Es difícil hacer literatura teniendo a Esteban como lector. Él lee para develar misterios y hace preguntas capciosas, pensando que cada verso oculta síntomas, secretos biográficos. No perdona el hermetismo. No se confieza sus propios sentimientos. María, en cambio, me lee todo como literatura pura y no entiende las referencias directas.
Durante el almuerzo Esteban quiso saber la verdadera identidad de Michelle, y adelante de todos creó un clima de conspiración, creyendo adivinar todo. Un tarado. A la salida me hizo jurar sobre el perfil de los sepulcros santos -esteban está siempre jurando o haciéndome jurar. Y vos todavía decís que yo no te respondo.
Todavía espero.

Beso.


Manu.




PD: No quiero que T. lea nuestra correspondencia. Tengo pasión, pero también tengo pudor.

Si uno sale en la noche a pasear por una calle, y un hombre, ya visible desde lejos -la calle se empina ante nosotros y hay luna llena- viene corriendo en dirección a nosotros, no por eso lo agarraremos, aunque sea débil y esté hecho una miseria, ni aunque alguien venga corriendo y gritando atrás suyo, sino que lo dejaremos seguir corriendo, ya que es de noche y no es culpa nuestra si la calle, al claro de la luna llena, se empina ante nosotros, y, aparte de todo esto, quizá esos dos hayan organizado la correría para diversión propia, quizá ambos persiguen a un tercero, quizá el primero sea injustamente perseguido, quizá el segundo quiera asesinar, y nosotros nos haríamos cómplices del asesinato, quizá ninguno de los dos sepa del otro, y cada uno corre por su propia cuenta a su cama, quizás sean sonámbulos, quizás el primero tenga armas.
Y por último, ¿no tenemos el derecho de estar cansados? ¿no hemos tomado tanto vino?
Nos alegramos de que tampoco veamos ya al segundo.

Monday, January 01, 2007

que excitan o impelen a la melancolía

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Subscribe to Posts [Atom]